Lo que hacía especialmente peligroso a EMOTET era el hecho de que se ofrecía en alquiler a otros delincuentes de «alto nivel», que luego utilizaban este «abridor de puertas» para instalar otros tipos de malware, dijo Europol.
Entre ellos, los famosos «troyanos» bancarios que roban datos y credenciales bancarias, y los programas de secuestro (ransomware), que bloquean archivos y sistemas y piden un rescate por grandes sumas.
Los delincuentes utilizaban los archivos adjuntos a los correos electrónicos para engañar a las víctimas haciéndolos pasar por facturas o información sobre el covid-19.