Aerolíneas buscan recuperar clientela en plena pandemia. Los aviones medio vacíos se están convirtiendo en la nueva normalidad. Esto se explica por las restricciones a los viajes internacionales y el miedo a viajar de los ciudadanos. Pero también la implantación de nuevas medidas de seguridad, que obliga a las compañías a dejar asientos libres entre pasajeros.
La escasa oferta de vuelos se ajusta a la escasa demanda, lo que también se traduce en miles de despidos en el sector. Por ello, las aerolíneas están tratando de resucitar esta demanda ofreciendo tarifas muy económicas.
Las compañías saben que la capacidad adquisitiva de la población ha mermado a nivel general como consecuencia de la pandemia. Pero saben que la única forma de animar a la población a viajar es sacar a la venta billetes a un precio más bajo y con mayor valor añadido que sus competidoras. Sin duda cumpliendo estrictamente con los protocolos de seguridad e higiene.
Bajan precios
Así, empresas como Iberia, Ryanair y Vueling se han puesto como objetivo reactivar su ingresos, con algunos intentos fallidos.
La aerolínea irlandesa ‘low-cost’ lanzó vuelos a partir de 30 euros para julio, que no tuvo el éxito esperado debido a la reimposición de cuarentenas en Reino Unido y España.
Este asunto ha provocado que muchas personas cancelaran sus vacaciones, ante la imposibilidad de costear una estancia tan larga; o no disponer de días libres suficientes para guardar cuarentena tras visitar el destino elegido.
Poco después, Iberia lanzó una campaña con vuelos para España por 20 euros y para Nueva York por 120, entre muchos otros destinos.
Más tarde, Vueling contraatacó con billetes a 9 euros para destinos nacionales y 12 para algunos internacionales cerca de España, como Londres o Nantes.
Ryanair, por su parte, ha vuelto a la carga en septiembre con vuelos a partir de 5 euros para más de 240 destinos. De tal manera que comenzó una guerra para reactivar la demanda de viajes en avión en plena pandemia.
Sustituir las cuarentenas por tests
Ante la incertidumbre provocada por la pandemia, las compañías tienen claro que bajar los precios es el único incentivo para animar a la gente.
Viajar en avión puede ser una actividad con riesgo de contagio. Pero la posibilidad de visitar un destino a un precio muy asequible, llama mucho la atención de algunos viajeros. Especialmente si se toma en cuenta también que la cantidad de turistas será mucho menor en comparación con años anteriores.
Otra de las soluciones que el sector reclama es la sustitución de las cuarentenas obligatorias por pruebas PCR para pasajeros que viajen desde países con altas tasas de COVID-19.
El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) afirman que “un test previo a la salida podría reducir el riesgo de importación de casos hasta en 90%”, además de permitir que los viajes aéreos volviesen a abrirse entre un importante número de países y animar a muchos pasajeros a volar.
Guerra de precios
El problema es que un test negativo no siempre garantiza que el virus no esté en el cuerpo, sino que en ocasiones es necesario repetirlo para asegurarse. Por ello es posible que estas PCR dificulten más los viajes en lugar de facilitarlos.
También hay algunas propuestas alternativas, como la de Reino Unido, que está valorando un sistema que combine cuarentena y test, reduciendo los días de aislamiento a 10.
Aerolíneas buscan recuperar clientela en plena pandemia
Fuente: Yahoo Noticias