Cambio climático reduce el tamaño de grandes animales. Hace 100 millones de años, hubiéramos tenido que escapar de animales gigantes. Dinosaurios como el Pterosaurio, con sus 11 metros de envergadura, surcaban los cielos. Mientras que el Spinosaurus, de 15 metros de largo, nos habría perseguido por las llanuras. Comparado con el reptil más grande de la actualidad, el cocodrilo de agua salada mide apenas 6 metros.
Nuevas investigaciones sugieren que los cambios en el tamaño de los animales dependen de dos factores ecológicos clave. Una, la competencia por los recursos entre especies; y dos, el riesgo de extinción debido al medio ambiente.
«Del mismo modo que intentamos adaptarnos al frío o al calor en función del lugar donde vivimos; nuestra investigación demuestra que el tamaño de los animales puede aumentar o disminuir durante largos periodos en función del hábitat o el entorno». Así lo afirma Shovonlal Roy, investigador principal y modelador de ecosistemas de la Universidad de Reading.
Achicarse o crecer con el tiempo
Sus conclusiones fueron publicadas en un estudio de la revista Communications Biology; indica el sitio DW. Roy y un equipo de otros investigadores querían cuestionar una teoría existente: la regla de Cope.
Y se preguntaron por qué los animales han cambiado de tamaño a lo largo de su evolución. La regla de Cope sugiere que muchos grupos de animales tienden a desarrollar tamaños corporales mayores a lo largo de miles y millones de años.
Edward Cope, paleontólogo del siglo XIX, observó que los primeros antepasados de los caballos tenían el tamaño de un perro. Pero, con el tiempo, crecieron. Con una excepción: los reptiles pasaron del tamaño de dinosaurios gigantes a lagartos y gorriones más pequeños que una mano.
Competencia y clima influyen en tamaño
«Los cambios en los factores ecológicos ayudan a explicar por qué los registros fósiles muestran mezclas tan confusas de patrones de evolución del tamaño; con algunos linajes encogiéndose con el tiempo y otros creciendo», dijo Roy.
Para demostrarlo, Roy y sus colegas utilizaron modelos informáticos para simular la evolución en distintas condiciones ecológicas y fisiológicas; encontrando tres escenarios distintos en los que la evolución afecta al tamaño corporal.
En primer lugar, «cuando la competencia directa es menor, los tamaños tienden a aumentar. Aunque ser muy grandes y pocos en número puede hacer que los animales sean más vulnerables a la extinción. Tal como ocurrió con los dinosaurios», explica Roy. Esto es lo que ocurrió durante el Jurásico, cuando los dinosaurios alcanzaron proporciones descomunales.
Las especies se reducen con el tiempo
En segundo lugar, los animales grandes, como los dinosaurios y los mamuts lanudos, crecían para satisfacer demandas competitivas. Pero luego se extinguían debido a catástrofes medioambientales o a la competencia con otras especies.
Y en tercer lugar, el modelo que descubrió lo contrario de la regla de Cope. Las especies se reducen con el tiempo. Esto ocurre cuando hay elevada competencia y cierto grado de solapamiento en el hábitat y uso de los recursos.
«En lugares y épocas donde hay mucha competencia entre distintas especies por la comida y el cobijo; el tamaño de los animales suele reducirse a medida que las especies se dispersan y se adaptan a la distribución de recursos y competidores.
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Cambio climático reduce el tamaño de grandes animales
Foto: Cortesía
Fuente: DW