Colapsados servicios públicos en Aragua por intensas lluvias. “Hay gente que lleva tres días durmiendo en los techos, no disponen de comida, agua, ropa, ni enseres. Perdieron todo, pues las aguas alcanzaron los dos metros de altura”.
Testimonios como el de la señora Gladys Reyes, quien vive en la localidad de Mata Redonda, al sur de Maracay, se replican entre centenares de familias que después de tres días de las inundaciones causadas por las fuertes lluvias y el posterior desbordamiento de los ríos Madre Vieja, Turmero, Güey y El Limón, siguen esperando atención gubernamental.
“Se meten para donde ya no hay agua –dice la señora Reyes, refiriéndose al alcalde de Girardot y a un concejal–, pero no llegan hasta adentro, donde hemos tenido que dormir en los techos de las casas, sin agua y sin comida”.
George Sarmiento, residente de Mata Redonda, aunque no resultó tan perjudicado, aboga por sus vecinos y exige el auxilio oficial.
El gobernador miente. En Mata Redonda ningún ente gubernamental se ha presentado. Este es un gobierno sordo, ciego y mudo, necesitamos ayuda”, dice consternado al narrar cómo su vivienda se convirtió en refugio de al menos 15 personas que perdieron absolutamente todo.
La zona sur de Maracay, compuesta por 17 comunidades, resultó afectada por las lluvias que ocasionaron el desbordamiento del río Madre Vieja que desemboca en el lago de Valencia.
Sin auxilio
Allí, de acuerdo con los testimonios de vecinos, apenas han llegado funcionarios de los Bomberos de Aragua y Protección Civil, para rescatar a personas que se mantienen en los techos, mascotas atrapadas y evacuar a los más vulnerables.
Me tocó salir a las 3:00 a.m. con el agua más arriba de la cintura para resguardarnos en la planta alta de la casa de mi mamá. Nos tocó darles refugio a varios vecinos hasta que bajaran las aguas del río Madre Vieja. Yo perdí muchas cosas, pero otros perdieron todo y aún hay sectores donde la gente sigue sin poder salir porque están inundados”, cuenta Mildred Rojas.
La dirigente y activista de derechos humanos residenciada en La Esmeralda, otra de las comunidades perjudicadas, asegura que en su sector, los propios vecinos se organizaron y decidieron ayudarse entre sí, ante la ausencia absoluta de autoridades que realicen los trabajos necesarios que permitan el descenso de las aguas.
Rojas cuenta que entre los vecinos auxiliados, hay personas con cáncer, discapacidad y hasta con COVID-19. La noche de la inundación, una de las familias debió sacar en una camioneta, en medio de las aguas, a un enfermo con coronavirus.
Somos nosotros quienes estamos intentando limpiar y sacar el lodo, además de intentar recuperar algunas de nuestras cosas, mientras oramos para que el muro de contención no se desborde. Dios nos proteja”, dice Rojas.
Cerca del mediodía de este jueves, finalmente algunas cuadrillas de trabajadores llegaron a La Esmeralda con cisternas para limpiar las calles de la urbanización y suministrar agua a los damnificados.
Colapsados servicios públicos en Aragua por intensas lluvias
Fuente: Cronica.uno