Crisis del agua en Anzoátegui va más allá de las deficiencias en la distribución. La escasez de agua potable en la zona norte del estado Anzoátegui lleva más de una década.
Pese a que el recurso fue reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2010 como un derecho humano fundamental; a los gobernantes de la entidad oriental esto parece importarles poco. Hay comunidades que pasan meses con las tuberías secas y todavía no hay una solución definitiva para acabar con esto.
Vale recordar que el área metropolitana de la entidad cuenta con dos plantas potabilizadoras. La Planta Potabilizadora El Rincón, que distribuye hacia los municipios Urbaneja, Sotillo, Guanta y parte de Simón Bolívar. Mientras que la Planta Potabilizadora José Antonio Anzoátegui cubre alrededor del 80% de la localidad capitalina; apunta un reporte de La Patilla.
Sistema obsoleto
Entre las numerosas quejas de la población está la crisis en la distribución que inicia en estas instalaciones. Sin embargo, expertos en el tema aseguran que todo el caos va más allá de lo que se pudiese considerar superficial.
Rodolfo Gil, presidente de la Fundación Agua Para Todos, explicó que las dos plantas dependen del canal de Caratal, en la zona rural del municipio Sotillo. Es decir, es la fuente directa de agua cruda proveniente del río Neverí.
En el caso de El Rincón, hay un sistema intermediario que es la estación de bombeo de agua cruda Curaguaro; necesaria porque la planta está en un nivel superior al canal y, por ende, no llegaría por efecto de la gravedad. En cambio, a la Planta José Antonio Anzoátegui sí llega el líquido de forma natural.
Caratal abastecía sistema de riego
Según explicó el abogado especialista en Derecho Ambiental, desde allí parte el primer condicionante. Y es que el canal de Caratal fue creado hace más de medio siglo para abastecer un sistema de riego; no para la función que tiene hoy en día, tiene años con su ciclo de vida útil ya finalizado.
“Su cauce solo puede dar un máximo de 4 mil litros por segundo. Mientras que se requiere al menos el doble para suplir las carencias existentes en la zona norte del estado. Aunado a eso, si combinamos ambas plantas, tampoco llegan a la producción de 8 mil litros por segundo. Sencillamente porque no tienen la capacidad para hacerlo”, indicó.
Una opinión similar expresó el ambientalista José Daniel Jiménez; quien añadió que toda la crisis también se debe en gran parte al descuido que hay en torno al río Neverí, principal fuente de agua dulce del estado Anzoátegui.
Río Neverí abandonado
“La tala indiscriminada con fines de expansión agrícola y urbana ha tenido un impacto fuerte en toda esta situación. Han provocado que toda la falda de los cerros aledaños a la cuenca media haya perdido su vegetación. Esto se traduce en una alta cantidad de sedimentos cayendo al afluente”, aseguró.
Al respecto precisó que esto se traduce en una masa de agua con mayor turbidez, y los equipos instalados en las dos plantas no están capacitados para depurarla. Evidentemente esto compromete la calidad de lo que llega a algunos hogares considerados “privilegiados”.
Asimismo, los expertos coincidieron en que este es uno de los orígenes de los racionamientos. La Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) prioriza el llenado de las seis piscinas de la planta de El Rincón; y luego procede a hacer lo propio con las otras cuatro que están en la José Antonio Anzoátegui.
Pero al no contar con los equipos adecuados para el proceso en el que se separan los sólidos (sedimentos) del agua; todo se retrasa y por eso algunas comunidades pasan semanas e incluso meses a secas.
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Crisis del agua en Anzoátegui va más allá de las deficiencias en la distribución
Foto: Cortesía
Fuente: La Patilla