Efecto Matilda: el prejuicio que niega los logros de las mujeres científicas

Efecto Matilda: el prejuicio que niega los logros de las mujeres científicas. Convertirse en una persona de renombre, en cualquier disciplina, no es una tarea sencilla. Pero en el caso de las mujeres dedicadas a la ciencia es todavía mucho más complicado.

Con el paso del tiempo, muchas mujeres han sido silenciadas, y su trabajo no era reconocido. Incluso, sus propios esfuerzos se atribuían a los hombres, ocultando así sus aportaciones al mundo. Esto es lo que hoy se conoce como «Efecto Matilda».

Este producto de la desigualdad de género se refleja en la educación científica y técnica, donde las mujeres apenas representan el 7,6%. Esta falta de referentes femeninos para las nuevas generaciones contribuye a que las niñas no tengan personajes a los que admirar. Y se autoexcluyan de materias como matemáticas o ciencias, sintiéndose menos capaces que sus compañeros.

¿Qué es el Efecto Matilda?

Así, bajo el concepto de “Efecto Matilda” se incluye esa tendencia histórica a pasar por alto. Minimizar o atribuir incorrectamente el trabajo y los logros de las mujeres en el ámbito científico, negando su contribución real al sector; apunta el sitio National Geographic.

El término resalta cómo muchas mujeres científicas no recibieron el reconocimiento que merecían por sus contribuciones al progreso científico. A menudo, sus hallazgos eran ignorados, atribuidos a colegas masculinos o simplemente olvidados.

En investigación, existen diversos estudios que señalan y confirman la existencia de sesgos de género en ciencia. De hecho, un análisis realizado entre 1991 y 2005, reveló que los científicos hombres citan a más autores masculinos que a mujeres. Y han demostrado que el género sí influye en la evaluación de candidatos a cátedra y en su participación en los medios de comunicación.

¿Cómo surge?

El “Efecto Matilda” fue acuñado por la historiadora de la ciencia Margaret W. Rossiter. Lo hizo en su libro Women Scientist in America: Struggles and Strategies to 1940 (Científicas en América: luchas y estrategias hasta 1940).

Si bien la obra fue publicada en 1982, sigue vigente. En ella plasmó buena parte del trabajo al que dedicó un gran porcentaje de su carrera. A estudiar la historia de las mujeres en la ciencia, destacando las dificultades para obtener reconocimiento en un campo dominado por hombres.

Por qué eligió el nombre “Matilda”. Lo hizo en homenaje a la sufragista Matilda Joslyn Gage, una defensora activa de los derechos de las mujeres durante el siglo XIX. Gage fue una figura muy destacada al defender el feminismo en diversos aspectos de la sociedad, incluyendo la educación y el acceso a la ciencia.

Reconocer a las mujeres

Bajo esta premisa, el concepto del “Efecto Matilda” supuso un antes y un después en la conciencia pública sobre las desigualdades de género en ciencia. Y ha promovido la necesidad de reconocer y valorar adecuadamente las contribuciones de las mujeres en este ámbito.

Solo por mencionar un ejemplo. En lo que respecta a premios científicos, como el Nobel, la lista de homenajeados es un claro ejemplo de brecha de género. Solo 5,6% de los honores están dirigidos a reconocer el trabajo de científicas. De los 639 científicos galardonados con el Premio Nobel, tan solo 24 son mujeres.

Si quieres leer la nota completa, ingresa a National Geographic.

Efecto Matilda: el prejuicio que niega los logros de las mujeres científicas

Foto: Cortesía

Fuente: National Geographic