¿Metrópolis después de la pandemia?

Metrópolis después de la pandemia

Fernando Gonzalo

Por Fernando Gonzalo.- Un miércoles cualquiera 5.086.833 personas hacen uso del servicio de trasporte subterráneo. Han estado, esas 24 horas, repartidos en 475 estaciones y han viajado por los 1.100 kilómetros de vías del sistema. Al cabo de un año, 1.579 millones de personas se habrán cruzado en sus caminos respectivos, debajo de la tierra de la ciudad de Nueva York.

Descargue GRATIS nuestra revista digital «Gente que Construye» AQUÍ

Ese mismo día miércoles, antes de que caiga la tarde, 100 mil individuos se dirigen, de muchas maneras, al paseo de La Castellana en el distrito de Chamartin, para presenciar el duelo clásico Real Madrid-Barcelona. 18 mil se quedarán afuera. El stadium Santiago Bernabeu tiene capacidad para sólo 82 mil personas.

En un día similar una muchedumbre de mas de 120 mil personas se abarrota, en tribunas y en la grama del campo de juego, para participar en un concierto de Rock, en homenaje a Freddy Mercury. El lugar es el stadium de Wembley en Londres. Llamado la «catedral» del futbol, el stadium fue reconstruido en 2007 a un costo de 1.097 millones de euros.

La mención anterior de tres eventos de distinta naturaleza y en distintas latitudes, sirve para introducir la idea de lo que significa y como se manifestaba hasta ayer la vida EN las grandes ciudades del planeta. Por definición «la Ciudad es Espacio Publico, es Aglomeración, Roces y Contactos».

Lea también:   El atractivo negocio de las casas abandonadas de Japón

En la actual coyuntura, aterrorizados por los efectos de la pandemia la ciudad se ha congelado. Mantener distancia es la norma. Roces y contactos están prohibidos. Algunos proclaman que «la pandemia puede disparar los mas grandes cambios que la humanidad ha enfrentado en dos mil años».

Por otra parte, el Urbanismo, que es el conjunto de disciplinas que estudian los asentamientos humanos, desde hace ya un tiempo, identifica a las grandes Metrópolis como escenarios-instrumentos civilizatorios fundamentales. «Urbanizar es civilizar».

Esta franca y terminante posición de los especialistas se ha desarrollado en el contexto de un acelerado crecimiento, en número y en tamaño, de las Áreas Metropolitanas. La temática «antiurbana» como desacreditacion de la gran ciudad y las «imágenes ilusorias de «una vuelta al campo» han perdido vigencia. En el mundo, en 1951, el 21% de la gente vivía en ciudades. En 2018 era el 56%. (*1)

La argumentación acerca de las concentraciones urbanas -regiones metropolitanas- como escenarios civilizatorios por excelencia, está ya muy bien fundamentada por los especialistas, en cuanto a oportunidades, calidad de vida posible y crecimiento cultural y científico de la sociedad humana.

El reto que presenta esta realidad global urbanizada consiste en la capacidad de la sociedad para administrar eficientemente un fenómeno tan complejo. La conversación se centra en como desarrollar -Estado y Sociedad Civil- esas potencialidades inherentes a la estrecha interacción humana y como hacerla sustentable.

Una de esas tesis plantea el concepto de la «Ciudad Compacta». Se trata, en pocas palabras, de «una ciudad densa, con mezcla de usos que promuevan la actividad económica e incentiven recorridos cortos para el desarrollo de actividades cotidianas, con alta dependencia del transporte público». Esta concepción de la buena ciudad, igual que las otras en discusión, tiene explicita la definición según la cual «la Ciudad es Espacio Público, es Aglomeración, Roces y Contactos». Es decir, lo diametralmente opuesto que se propone a partir de la crisis del Coronavirus.

Lea también:   El atractivo negocio de las casas abandonadas de Japón

Se me ocurre pensar que los países del primer mundo enfrentarán esta contradicción de manera civilizada, inteligente y consensuada. Allá seremos, seguramente, testigos de una ciudad algo distinta pero igualmente escenario civilizatorio por excelencia, tan estimulante -social y culturalmente- como las grandes ciudades de siempre. Tan proclives al progreso humano como siempre.

Mientras tanto, en países como Venezuela, no parece útil, ni parece tener sentido una reflexión sobre que ajustes podríamos hacer en nuestra realidad después de terminada la pandemia. «Cualquier idea se torna obsoleta inmediatamente.»

(*1) Según Citypopulation existen mas de 100 «megaciudadess» en el mundo. La numero uno es Guangzhou con 46 millones de habitantes. (2) Tokio con 40.4 millones. (9) México con 23 millones. (11) New York con 22.2 millones. (22) Buenos Aires con 16.4 millones. (36) Lima con 10.2 millones. (68) Madrid con 6.55 millones.

¿Metrópolis después de la pandemia?  Por Fernando Gonzalo

El autor es Arquitecto, egresado del Pratt Institute, EE UU, 1960, con Posgrado en Planificación Regional y Urbana en Universidad Central de Venezuela (UCV), 1970- 1972. Diploma en Environmental Management Simulation en University of Southern California, 1976. Profesor de Diseño Arquitectónico en Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV, 1973-2016.  Director de la Oficina Metropolitana de Planeamiento Urbano de Caracas, 1977-1982.  Director del Plan Maestro de Desarrollo y Diseño Urbano de la Zona Rental de la UCV, 1984-1986.  Director fundador de la Oficina Técnica Grupo Cuatro C.A, 1973 hasta hoy. Primer premio en Concurso de vivienda, Mastic Tile Corporation en EE UU, 1979. Ha publicado en revistas y periódicos nacionales e internacionales sobre temas relacionados con la arquitectura, el urbanismo y su enseñanza.

Lea también:   El atractivo negocio de las casas abandonadas de Japón