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OMS publica banco de datos sobre serpientes venenosas

OMS publica banco de datos sobre serpientes venenosas. Las serpientes venenosas son generalmente inofensivas a menos de que se sientan amenazadas. «Si se mantienen ciertas medidas de seguridad, no representan necesariamente un peligro». Así lo afirma Wolfgang Böhme, curador de reptiles y apasionado coleccionista de víboras y serpiente; que desde hace 40 años estudia a estos animales de sangre fría. A él nunca lo han mordido.

Se estima que existen unas 2.800 variedades de víboras en el mundo. Un diez por ciento de ellas son venenosas. «Pero incluso entre los ejemplares venenosos hay grandes diferencias, algunas son sumamente agresivas mientras que otras son más bien perezosas»; dice al sitio DW.

Entre las 50 especies de serpientes marinas, todas ellas venenosas, se encuentra la más mortal de todas, la llamada cobra marina. Pero llega a morder muy rara vez. Cuando lo hace la víctima generalmente muere.

Selección natural

El experto explica que a diferencia de otras especies, las serpientes marinas no necesitan ser agresivas para sobrevivir en su entorno. «Es la selección natural lo que determina la agresividad de una especie. La mamba en cambio, es considerada la especie más peligrosa del mundo. Aunque su veneno no es el más tóxico, su naturaleza agresiva y la gran cantidad de veneno que inyecta, así como su velocidad, la hacen más peligrosa que cualquiera.

«Son trepadoras de árboles y siempre están preparadas para morder. Y es que deben reaccionar con rapidez para capturar pájaros, sapos o lagartijas», explica Böhme.

También el veneno varía y no necesariamente mata a la víctima. «La toxicidad del veneno es un efecto secundario. Pues la función primaria de la formación del químico es ayudar a la serpiente a digerir las grandes cantidades de proteínas que se come. Por así decirlo, el veneno es como una saliva potente.

Alimentación determina potencia del veneno

La composición del veneno está determinada por la alimentación del reptil, por lo que una misma especie puede tener un veneno diferente.

Puede ser que una misma especie coma escorpiones en una región y en otra la misma especie tenga una dieta rica en ratones. Por lo que al producir un antídoto hay que considerar exactamente la proveniencia de la culebra. «Puede suceder que al aplicar un antídoto no surta ningún efecto».

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OMS publica banco de datos sobre serpientes venenosas

Foto: Cortesía

Fuente: DW