Desde su sede en París, la AIE dijo que “se proyecta que la demanda mundial de petróleo aumente 2,2 millones de barriles al día (mb/d); para alcanzar 102,2 millones de barriles en 2023”, destacó en su informe semanal. De hecho, subraya que la demanda de petróleo se encamina hacia “su nivel anual más alto jamás registrado”.
La AIE afirma que “el mercado mundial de tecnologías clave de energías limpias fabricadas en serie” tendría un valor aproximado de $650.000 millones anuales en 2030.
A fines de agosto, el suministro mundial de crudo llegó a 101,3 millones de barriles al día; lo que representa cinco millones más que hace un año.
La semana pasada, la empresa estatal rusa Gazprom cortó el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream; una de las principales rutas de suministro de gas ruso a Europa.
Se espera que la inversión en energía limpia supere los $1,4 billones de este año; lo que representa «casi las tres cuartas partes del crecimiento de la inversión total en energía».
Sin embargo, las preocupaciones por la seguridad energética y los altos precios siguen «impulsando una mayor inversión en suministros de combustibles fósiles. Sobre todo de carbón»
