La minería conlleva enormes impactos ambientales y ecológicos como tala masiva de árboles, la tierra desnuda por el bombeo a presión de agua para remoción de la tierra, deforestación, contaminación de los ríos por el uso de mercurio con aguas residuales tóxicas y otra serie de efectos adversos para el planeta.
La eutrofización es un proceso que ocurre cuando el agua se enriquece en nutrientes, conduciendo al crecimiento excesivo de plantas y algas. Esto puede tener una serie de efectos negativos. Entre ellos la reducción de la calidad del agua, la pérdida de biodiversidad y la producción de toxinas perjudiciales para la salud humana y animal.
El problema del uso de mercurio en la minería ilegal y artesanal ha golpeado con fuerza en los últimos años. Y su perjudicial huella queda en evidencia tras la realización de estudios que demuestran el grado de contaminación en tierras; ríos, napas subterráneas y habitantes de las regiones afectadas.
Proyecto EPA aseguró que, pese a los operativos militares de los últimos meses en el parque Nacional Yapacana, estado Amazonas; “la explotación ilegal no se ha detenido” en esta zona. En ella habitan unas 46 especies de reptiles y anfibios expuestas a “un grave peligro”.
Explicó que hay implicaciones desde el punto de vista ambiental y ecológico, pero también un impacto social con la devastación de los ríos; por el uso del mercurio, que a su vez ha generado la muerte de varios indígenas.
La deforestación y los incendios traen como grave consecuencia la pérdida de la calidad del agua de los embalses Atarigua y Los Quediches. Pues al desaparecer los bosques, se perdería la filtración del agua y la fijación de los nutrientes necesarios.
De acuerdo con SOS Orinoco, hay al menos 8 mil puntos de intervención minera en el todo el parque. De estos, 350 están en el tope del Tepuy.
