Sobre la situación fiscal en la ciudad de Caracas y las implicaciones que ha tenido el Impuesto a las Grandes Transacciones (IGTF); dijo que una de las grandes preocupaciones que existe es la “voracidad fiscal” que se ve en todos los municipios.
La presidenta de la Cámara de Comercio e Industrias del municipio Caroní (Camcaroní), Catherine Wilson; informó que han acudido a la sede de la alcaldía para abordar el tema de la voracidad fiscal que “sigue cada día peor”.
Alertó que “el impuesto a las actividades económicas grava los impuestos brutos y no la renta, que sería lo justo. Un impuesto por encima de 1%, y en la mayoría de las alcaldías está en el orden de 3%, 4% y hasta 5%, implica una muerte anunciada para cualquier negocio”.
“En aquellos municipios donde la carga es más alta, la única opción que tienen es cerrar. En algunos casos logran mudarse, en otros no. Y el pase a la informalidad, que no es algo deseado. Quien pasa a la informalidad lo hace porque no le queda otro remedio”, manifestó Tiziana Polesel.
Se ha convertido en “una acción global”; pues que quieren tener recursos a través de la voracidad fiscal, “pero no se preocupan en cómo incentivar la creación de nuevas empresas”.
Todas estas reformas vienen orientadas a aumentar el pago de impuestos de las compañías o los contribuyentes. Hay dos cosas: o es un incremento de la tasa –es el caso del IGTF-; o se aumenta la frecuencia del pago, que es el caso de la Locti.
Poner fin a la voracidad fiscal, mejorar los principales servicios públicos y garantizar los derechos de propiedad; fueron los reclamos principales del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) durante su Asamblea Anual.
